From dc46790025f4654e5736d487793e1e59631ebbb7 Mon Sep 17 00:00:00 2001 From: InigoGutierrez Date: Thu, 25 Nov 2021 19:31:54 +0100 Subject: =?UTF-8?q?A=C3=B1adido=20En=20Tierras=20Lejanas.?= MIME-Version: 1.0 Content-Type: text/plain; charset=UTF-8 Content-Transfer-Encoding: 8bit --- escritos/enTierrasLejanas/enTierrasLejanas.css | 30 ++ escritos/enTierrasLejanas/enTierrasLejanas.html | 418 ++++++++++++++++++++++++ escritos/index.html | 41 ++- 3 files changed, 475 insertions(+), 14 deletions(-) create mode 100644 escritos/enTierrasLejanas/enTierrasLejanas.css create mode 100644 escritos/enTierrasLejanas/enTierrasLejanas.html (limited to 'escritos') diff --git a/escritos/enTierrasLejanas/enTierrasLejanas.css b/escritos/enTierrasLejanas/enTierrasLejanas.css new file mode 100644 index 0000000..ad4ce91 --- /dev/null +++ b/escritos/enTierrasLejanas/enTierrasLejanas.css @@ -0,0 +1,30 @@ +body { + background-color: #1F0640; +} + +h1, .navbar { + color: #CBD7E1; + background-color: #6406AC; + box-shadow: 0 4px 8px 0 rgba(0, 0, 0, 0.2), 0 6px 20px 0 rgba(0, 0, 0, 0.19); +} + +section { + text-indent: 0; + text-align: center; + font-family: Serif; + color: #BDC7D2; +} + +ul { + text-align: center; + list-style-position: inside; +} + +.fecha { + font-size: 0.8em; + font-style: italic; +} + +.nota { + font-style: italic; +} diff --git a/escritos/enTierrasLejanas/enTierrasLejanas.html b/escritos/enTierrasLejanas/enTierrasLejanas.html new file mode 100644 index 0000000..bade95f --- /dev/null +++ b/escritos/enTierrasLejanas/enTierrasLejanas.html @@ -0,0 +1,418 @@ + + + + + Taamas --- En Tierras Lejanas + + + + + +
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En Tierras Lejanas

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Esta historia fue publicada originalmente + aquí.

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Para mantener la estructura original, cada tuit está separado en su propio párrafo y + después de cada grupo de tuits se muestran los resultados de la encuesta con la que los + lectores indicaron cómo debía seguir la historia.

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Viernes, 5 de Febrero de 2016

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Nada queda ya de los días felices, pues mi pasado ha ardido. Ahora soy un esclavo.

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He sido llevado a través del mar de los cardúmenes, junto a muchos otros como yo. Todos + iguales: los mismos harapos ,las mismas cadenas,

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los mismos trabajos interminables. Lo único que nos diferencia son las marcas que deja el + látigo en nuestras espaldas.

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Ahora piso los adoquines de una calle secundaria hacia uno de sus enormes templos, + construido en nombre de quién sabe qué oscura deidad.

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Varios soldados nos escoltan a mí y a otros tantos, a los que estoy encadenado, formando + una larga fila.

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Ya sea para purificarnos ante sus ojos antes de asignarnos a un amo o para sacrificarnos a + sus dioses, no puedo decidir qué destino es peor.

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Bajo una de las rejillas que sirven como desagüe veo a alguien hacerme una seña. Parece + querer que me acerque.

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Domingo, 7 de Febrero de 2016

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¿Una mano amiga? No hay mucho más a lo que aferrarme. Intento desviarme de la fila de + esclavos, tratando de que los soldados no se percaten.

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Por supuesto, uno de ellos nota algo extraño y avisa al resto. Varios de ellos se acercan a + mí y me rodean.

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De pronto, personas armadas salen de los callejones y saltan sobre los soldados + aprovechando que estaban despistados conmigo.

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Rápidamente ahogan sus gritos y nos ordenan que permanezcamos en silencio. Nos hacen entrar + en una casa cercana y descender

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por unas escaleras ocultas que parecen no terminar nunca, hasta que entramos en una gran + sala a través de un desigual agujero en la pared.

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Esperamos, sin saber qué. La cambiante luz de las antorchas sobre nuestros cuerpos provoca + extrañas sombras en las paredes de piedra.

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Ninguno de nosotros ha dicho nada aún. Wilbur está detrás de mí: nos conocimos durante el + viaje y nos hemos llevado bien desde el principio.

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Como si hubiera habido alternativa, en nuestro estado. Su corto pelo blanco y sus rasgos + redondeados le dan el aspecto de un anciano afable.

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Solía sonreír todo el tiempo, pero ahora su rostro es indescibrable. “No nos daría + por salvados tan pronto”, me dice.

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Unas puertas de madera se abren y por ellas entra una mujer fornida con una armadura ligera + de cuero negro y un pañuelo escarlata al cuello.

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“Escuchadme bien”, comienza. “Sois libres. A partir de ahora, trabajaréis + para nosotros, que no es sino trabajar para vosotros mismos.

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Ayer érais esclavos, hoy sois personas, y mañana seréis dioses junto a nosotros. Que el Sol + sea vuestro corazón y sus rayos vuestra furia.”

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Toma la llave de las cadenas, que uno de sus compañeros obtuvo del cadáver de uno de + nuestros captores, y empieza a desencadenarnos.

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Mientras trabaja en mi cerrojo puedo verla de cerca. Una cicatriz en el pómulo izquierdo, y + ojos más oscuros que la noche.

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Además, lleva en su pecho un sello rojo y negro: en él hay representado un puño atrapando + el Sol.

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Tras ella, todos van atravesando las puertas de madera hacia el resto de la guarida. Wilbur + pone su mano en mi hombro y nos quedamos detrás,

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mientras me susurra: “¿Seguro que quieres ir? No sabemos quiénes son, y mis viejos + huesos están empezando a doler. Y eso no es buena señal.”

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Apunta con la mirada al único extraño que queda en la sala, esperando detrás de nosotros a + que sigamos a los demás.

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“Tal vez podamos encargarnos de este tipo y huir.” Wilbur ha sido muy amable + conmigo, pero ¿estaré mejor con él?

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Martes, 9 de Febrero de 2016

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Lo mejor será que escapemos. Un cambio de dueños no importa si seguimos siendo + esclavos.

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Nos volvemos hacia el vigilante, con actitud tranquila, y le atacamos por sorpresa, + dejándole inconsciente.

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Rápidamente nos dirigimos al hueco en la pared por el que entramos en la sala y empezamos a + subir las escaleras.

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Llegamos a la parte superior. La escalera está oculta en el suelo de la casa por una losa + de piedra, y moverla requeriría un gran esfuerzo.

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Lo que está claro es que, sean quienes sean quienes nos liberaron, no quieren que la + guardia de la ciudad los descubra.

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Al otro lado de la losa, en la planta baja de la casa, se oyen pasos de botas + metálicas.

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¿Quizá estén intentando descubrir dónde estamos los prisioneros? Es lo más probable. No + debe de ser agradable que sus esclavos desaparezcan.

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Wilbur y yo nos miramos y asentimos: mejor esperamos a que se vayan. Probablemente no nos + descubran, bajo la piedra.

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Casi podemos disfrutar de un momento de tranquilidad: el primero en...
Bueno, en + demasiado tiempo.

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Pero nuestra calma dura poco. Nos llega un ruido que sube por la escalera: un ruido de + pasos. Alguien está subiendo hacia nosotros.

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Unos pocos escalones más abajo había un descansillo con una puerta. Podemos intentar + escondernos tras ella, haya lo que haya al otro lado.

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Pero ni siquiera sabemos si estará abierta. La otra posibilidad es mover la losa y + enfrentarnos a quien sea que esté arriba.

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Hagamos lo que hagamos, se nos acaba el tiempo.

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Jueves, 11 de Febrero de 2016

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No podemos volver ahí abajo. Lo mejor será levantar la piedra y seguir avanzando.

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Entre los dos, y con todas nuestras fuerzas, conseguimos hacer la piedra ligeramente a un + lado, apoyándola sobre el suelo de la casa.

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Los ruidos de botas de arriba se detienen y aún no hay hueco suficiente para que + crucemos.

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Antes de que sigamos empujando, la piedra se mueve. La están apartando desde el otro + lado.

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Dos soldados nos miran desde el final de la escalera.

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¿Qué hacemos ahora? No podemos huir hacia abajo, ni tampoco podemos subir. Esto no pinta + nada bien.

Vale. Nos han atrapado.

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Intentamos resistirnos, pero nos agarran y nos ponen de rodillas en el suelo. Que lleven + espadas no motiva mucho a intentar pelear.

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Comienzan a interrogarnos. “¿Quiénes os secuestraron? ¿Donde están? + ¡Contestad!” Tiene gracia que ellos pregunten eso.

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No tiene tanta gracia cuando empiezan a golpear a Wilbur.

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No tenemos por qué proteger a los de abajo, pero tampoco queremos ayudar a estos. Aún así, + no merece la pena morir aquí.

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Pero ahí están, llegando de abajo: más pasos.

Se oye la voz de la mujer que nos + liberó: “¡Matad a esos dos y tapad la entrada! ¡Rápido!”

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De pronto, toda la sala empieza a oscurecerse. Pero no se trata de la luz disminuyendo + tenuemente:

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es como si la oscuridad devorara todas las superficies, extendiéndose como una masa negra, + cubriéndolo todo. ¿Qué es esto? ¿Magia?

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Lo único que puedo ver en la oscuridad es lo que hay fuera de la casa, tras la puerta + abierta, iluminado por la tenue luz de la noche.

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Me acerco a Wilbur (“¡Vámonos!”), me levanto y corro. Contra la luz de la + puerta se recortan siluetas negras, bailando una danza mortal.

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Una de ellas cae hacia atrás: salto por encima y sigo corriendo. No hay tiempo para pensar + en esta locura.

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Consigo atravesar la puerta y miro atrás, pero no veo nada más que negrura, y sigo huyendo + mientras dentro suenan gritos y acero golpeando.

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Varios soldados salen de otras casas. Nos estaban buscando por todos lados. Corro y corro a + través de los callejones,

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hasta que al final de una calle veo una mancha verde: es una pequeña foresta. ¡Podré + esconderme ahí!

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Aplasto la maleza con mis pies y cruzo a través de los árboles hasta que siento que no + podrán encontrarme.

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Me apoyo contra un árbol, respirando rápidamente, y acabo resbalando y sentándome sobre la + hierba, dándome cuenta de mi enorme cansancio.

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Ruidos entre los árboles me despiertan. Alguien merodea cerca de mí.

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Intento acercarme a la fuente del sonido sin que se me pueda ver: es Wilbur. No parece que + nadie le siga, así que le saludo.

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“¡Por fin te encuentro! No te culpo por haberme dejado atrás, yo habría hecho lo + mismo. Pero conseguí seguirte y ver por dónde huías.

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El bosque no me pareció muy acogedor, así que deambulé por las afueras y encontré un + pequeño templo donde ayudan a los mendigos.

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Pasé la noche allí y salí a buscarte. Parece lo mejor que tenemos ahora mismo. Qué me + dices?”

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Sábado, 13 de Febrero de 2016

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No pienso seguir aquí más tiempo.

Wilbur prefiere quedarse. Nos despedimos y nos + deseamos la mejor de las suertes.

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Este pequeño bosque está dentro de la ciudad, pero supongo que si sigo avanzando conseguiré + salir de ella, así que me pongo en marcha.

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Tras salir de entre los árboles, sólo quedan ya unas pocas casas desperdigadas tras las que + se divisa una gran llanura. Hay niños corriendo

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de acá para allá y ancianos sentados a la sombra de sus casas. Es un día caluroso. Por + suerte, nadie hace mucho caso de mi sucísimo aspecto.

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En una pequeña plaza puedo ver algunos puestos de comida y ropa, entre los que deambulan + no demasiadas personas.

Comida.

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Uno de los puestos está repleto de hogazas de pan recién horneado. Mientras el dependiente + está entretenido con un cliente,

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consigo hacerme con un bollo y esconderlo entre mis harapos. Por suerte, el guardia + apostado a un lado de la plaza no está demasiado atento.

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Hora de irse.

Un camino sale de la ciudad no lejos de aquí. A lo lejos se adivina la + silueta de una carreta que se aleja de la ciudad.

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Si sigo esta carretera probablemente llegue a algún pueblo cercano. Sin embargo, quizá + seguir las rutas establecidas no sea la mejor opción.

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A lo lejos, en la llanura, hay una gran colina desde donde podría tener una buena vista de + la región.

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Lunes, 15 de Febrero de 2016

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Hay una buena caminata, pero será mejor alejarse de las rutas transitadas. Mi libertad es + lo único que me queda. Eso, y un mendrugo de pan.

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El Sol ha pasado hace unas horas por el cénit, pero una luz intensa baña los escasos + árboles de la llanura y su ocre tierra.

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Las nubes se han teñido de naranja para cuando alcanzo mi destino, y destacan sobre un + oscuro cielo azul.

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Delante de mí, tras una extensión de tierra similar a la que acabo de recorrer, el mar. Sus + olas me reconfortan.

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Ese mismo mar ha sido testigo de todo lo que he perdido, y será testigo de mi nueva vida. + Respiro profundamente y me lleno de determinación.

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En la costa hay un asentamiento de casas de madera, con un pequeño puerto en el que reposan + varios barcos pesqueros.

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Volviéndome, puedo ver la ciudad que abandono.

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Un gran río la divide en dos en su camino al océano, y varias manchas de vegetación + salpican el entramado de edificios de mármol.

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Casi parece bonita desde aquí. Por mí puede perderse en una tormenta de polvo.

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Por el camino que decidí no tomar, un grupo de soldados marcha hacia la ciudad. Sin + embargo, desde aquí no puedo ver de dónde vienen.

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La noche se me echa encima, así que será mejor que me acerque al poblado. Mientras + desciendo veo una gran grieta que penetra en la colina.

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Probablemente no merezca la pena investigarla, pero...

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Viernes, 19 de Febrero de 2016

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La entrada es lo suficientemente grande como para pasar sin problemas. Unos metros más a la + derecha el pasadizo desciende.

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Tras un par de giros empiezo a oír risas. En la pared frente a la próxima curva se proyecta + una luz que parece causada por una hoguera.

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En una zona más amplia hay unas doce personas sentadas en círculo alrededor de las + llamas.

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Por encima de las demás, sobre una roca, hay un hombre de barba rojiza y pecho descubierto + lleno de tatuajes. Acaba de verme. “¡Cogedle!”

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Los demás no tardan en salir detrás de mí. Corro al máximo y cuando veo la salida de la + cueva siento que me agarran y me empujan al suelo.

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Tras el golpe, me atan las manos y me llevan a la zona donde estaban. Me dejan frente al + tipo de los tatuajes, que parece el líder.

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“¿Quién eres? ¿Cómo nos has encontrado?”

Les cuento que era un esclavo y + me fugué. No parecen muy convencidos de que eso sea posible.

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Les intento hacer ver que no tengo absolutamente nada y estoy buscando algún sitio donde + poder vivir.

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“Si eso es verdad, creo que puedo darte un trabajo. Ya me lo agradecerás luego. + Mañana asaltaremos una aldea cercana

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y no nos vendría mal alguien más para cargar el botín, ¿qué me dices? Tengo eso, u + ofrecerte un sitio donde caerte muerto.”

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Seguramente sea el poblado al que me dirigía. No parezco tener muchas opciones.

Al + menos puedo pasar la noche junto al fuego.

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Charlo con algunos de los bandidos y me cuentan sus historias. No tienen las manos limpias, + pero me son agradables. “¡Somos gente honrada!”

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Cuando me despierto, lo primero que noto es lo helado que está el suelo. Casi todos están + en pie y preparan el almuerzo o empaquetan cosas.

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El jefe me hace una seña para que le acompañe y subimos a lo alto de la colina, desde donde + admiré ayer el paisaje. La ciudad sigue igual.

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“Mira eso. Ahí se sientan en sus sillones todos esos fantoches y piensan que el mundo + es suyo, sin haber salido nunca de sus palacios.

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Además, mis chicos necesitan un poco de diversión de vez en cuando para levantar la + moral.

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Y en este caso, en ese pueblo hay algo más importante que todo ello. Sólo quiero que sepas + de qué lado tienes que ponerte.”

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Mientras camino tras él para volver a la cueva, pienso en el ataque de esta noche.

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¿Me quedaré junto a estos delincuentes, o intentaré huir si se da la ocasión?

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Sábado, 12 de Marzo de 2016

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Case la noche. Los bandidos, encapuchados, se preparan para salir hacia el poblado. Aún no + se fían de mí como para confiarme un arma,

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pero les acompañaré para cargar las ganancias. Supongo que, si consigo ganarme su + aprobación, al menos tendré una vida.

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Atravesamos las primeras casas poco después de que las últimas luces se apaguen.

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El aroma del mar cubre el aire, y nuestras ligeras pisadas no consiguen romper el + silencio.

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Nos dividimos en dos grupos: varios iremos a un almacén de alimentos y robaremos comida + para unos días;

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los demás, junto con el jefe tatuado, se dirigirán a un pequeño templo junto al mar, + desconozco a qué.

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Forzar la cerradura del almacén es muy fácil. Dentro hay multitud de cajas llenas de + pescado en salazón, además de algunos sacos con frutas.

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La idea es cargarlas hasta fuera del pueblo, donde tenemos preparadas un par de + carretas.

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Mientras elegimos qué llevarnos, gritos y golpes fuera. Metales chocando. Mis compañeros + salen para averiguar qué pasa

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y me dicen que me lleve las cajas que pueda. Les sigo mientras cargo el pescado, y las + circunstancias fuera no parecen favorables.

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Los bandidos están luchando contra varios soldados bien equipados. ¿Una patrulla en el + pueblo?

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El jefe tatuado blande un gran garrote, con el que consigue tumbar a un par de + enemigos.

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Lanza gritos de guerra mientras intenta alentar a sus seguidores, a los que no parece que + les vaya bien contra tropas entrenadas.

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Mira hacia mí. “¡Tú! ¡Llévate esto! ¡Espéranos fuera!” Lanza algo que aterriza + con un ruido sordo sobre las cajas que llevo.

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Parece una pequeña roca, pero no puedo distinguirlo bien. No es el momento de pensar con + calma.

Toca escapar.

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A un lado, en un porche, un soldado y un bandido luchan. El último lleva una antorcha, pero + le es inútil contra el escudo del primero.

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Desesperado, ha prendido fuego al techo. La piedra que llevo sobre las cajas empieza a + vibrar.

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Cada vez tiembla con más fuerza, y un brillo verde se filtra desde su interior por varias + rendijas.

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Viernes, 18 de Marzo de 2016

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Las llamas se recortan contra la negrura imperante. El bandido se lanza contra el escudo + del otro, y con movimientos desesperados

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consigue tirarle al suelo. Aprieta la antorcha contra la cara de su enemigo como puede, + mientras éste intenta zafarse y grita.

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La piedra vibra con violencia y empieza a moverse hacia delante, y de pronto sale disparada + directamente contra la cabeza del bandido.

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Esto no es bueno. Me cuesta distinguir qué está sucediendo.

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Una luz verde empieza a salir por sus ojos y todos los orificios de su cabeza, incluyendo + el que ha hecho la piedra al entrar.

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Él sigue consciente y parece muy confuso. Se gira. Me mira directamente a los ojos. Su + rostro es puro terror.

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“¡Mierda!” Alguien viene corriendo y salta al porche. Tira al suelo de un golpe + al infeliz lleno de luces y le arranca la piedra del cráneo.

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Es el jefe tatuado. Sale a toda velocidad y pasa a mi lado: “¡Escapa, + imbécil!”. Un par de soldados doblan la esquina de la casa.

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Me largo. Tiro las cajas y salgo corriendo detrás del jefe tatuado y del intenso brillo + verde que lleva en su mano.

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Corro detrás de él con todas mis fuerzas, golpeando la tierra, envuelto en la oscuridad, + huyendo del fuego y los gritos, siguiendo la luz.

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Corremos y corremos hasta que el pueblo es una mancha borrosa, y sólo quedan el silencio, y + nuestros pulmones trabajando al máximo.

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De pronto empiezo a caer, pero antes de tocar el suelo mi mente ya está en otro lugar.

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Caigo, rodeado por reflejos de una infinidad de tonos. Son cristales minúsculos, en los que + han encerrado todos los colores del mundo.

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Me detengo a observar uno, y veo una llama en su interior, a lo lejos. La llama crece y + crece hasta que el mismo cristal está ardiendo.

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Todos los colores están en llamas, y yo mismo soy de fuego.

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Ahora el fuego es verde. Caigo cada vez más rápido. Hacia la nada y la oscuridad... Hasta + que golpeo el suelo.

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Me levanto, aún en el sueño. Vuelvo a ser yo. Estoy en una enorme sala blanca, en la que no + se ven ni suelo, ni paredes, ni techo.

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Frente a mí hay cuatro pequeños pilares, y sobre cada uno reposa un objeto. Uno de ellos me + pertenece.

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Viernes, 29 de Abril de 2016

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Me despierto rodeado por mis compañeros. Cinco rostros sucios y preocupados me preguntan si + estoy bien.

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Han debido de traerme a la cueva mientras estaba inconsciente, y parece que sólo ellos han + sobrevivido.

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La verdad es que me encuentro bien. Como un poco de pan duro, y entonces veo la extraña + marca que ha aparecido en mi brazo izquierdo.

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Una pequeña mancha oscura, como una quemadura, con forma de pergamino. No recuerdo + habérmela hecho.

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Me levanto y me acerco hasta el jefe tatuado, que está sentado en el suelo, observando la + piedra que robó anoche.

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Ahora que puedo observarla a la luz, parece una piedra normal. Ni rastro de la luz verde. + Es redondeada y tiene una base plana,

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sobre la que está apoyada en el suelo, como el caparazón de una tortuga, y tres grietas + paralelas a lo largo de su parte superior.

+

“Al menos tenemos esto, ¿eh?”, me dice. “¿Qué es esa cosa?" “Ni + idea. Supongo que algún tipo de arma: ya viste lo que le hace a la gente.

+

Pero no sé cómo se usa. Lo que sé es que alguien la quiere y paga bien por + ella.”
Así que de eso iba la cosa. Un encargo de mercenarios.

+

“Has dormido como un cerdo, pero asegúrate de estar descansado. Mañana nos espera un + largo camino. Toca ir a por la recompensa.”

+

En marcha. No hay tiempo que perder. Un viaje largo y en silencio, el silencio de quienes + han visto el peor rostro del mundo.

+

En un paso por las montañas de Amethria, un portón se alza en la pared de roca. Hemos + llegado.

+

El portón está abierto. Sentado junto a él hay un hombre harapiento y desarmado. ¿Un + guardia? No hace ningún intento de impedirnos el paso.

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Horadada en la piedra hay una gran sala oscura, y sólo cuando mis ojos se adaptan a la luz + de las pocas antorchas veo las grandes columnas,

+

el trono de piedra al fondo, y el brillo de una montaña de oro tras él.

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En las escaleras que suben al trono se intuyen, sentados, dos hombres más, con el mismo + aire penoso que el anterior.

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En el trono se acomoda un tercero, con una larga barba y un bastón de piedra gris en la + mano, no mucho más limpio ni vestido que el resto.

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“Comportaos. Recordad las historias”, advierte nuestro jefe.

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Desconozco esas historias, pero a mí me parecen un puñado de locos desarmados. Sería fácil + hacernos con su tesoro.

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+ + + diff --git a/escritos/index.html b/escritos/index.html index 199a2d5..88fae59 100644 --- a/escritos/index.html +++ b/escritos/index.html @@ -15,20 +15,33 @@
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    Viejos escritos

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    Aquí están algunos escritos de 2016, en su mayoría un fluir las palabras sin un fin concreto - más allá de encontrar a dónde llevaban. Uno de ellos es un fanfic sobre el origen del nombre - Taamas. En su momento fueron publicados en un blog de Wordpress y ahora quedan recopilados - aquí.

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    Viejos escritos

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    Algunos escritos de 2016. En su mayoría un fluir las palabras sin un fin concreto más allá + de encontrar a dónde llevaban. Uno de ellos es un fanfic sobre el origen del nombre Taamas. En + su momento fueron publicados en un blog de Wordpress y ahora quedan recopilados aquí.

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    En Tierras Lejanas

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    Una historia interactiva incompleta contada en Twitter en 2016. La idea era publicar parte + de la historia y dar una decisión a los lectores a modo de encuesta, haciendo que continuara + por donde indicara la opción más votada. Fue un experimento interesante que acabó + convirtiéndose en una obligación.

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